Producto Mínimo Viable

¿Cuántas historias de emprendedores conoces? ¿Cuántas buenas ideas se han quedado en el tintero? ا

Muchas de ellas se han quedado a medio camino… solo un 10% de las ideas de negocios tienen éxito.

El secreto del éxito recae en el producto mínimo viable. ¿Habías escuchado hablar del MVP? Si no sabes en qué consiste y hace tiempo que trabajas en tu idea de negocio, este artículo es para ti.

Empezaremos definiendo que es Producto Mínimo Viable (MVP)

MVP es un prototipo del producto o servicio que quieres lanzar. Este prototipo cuenta con unas funciones mínimas que te permiten sacarlo al mercado y conocer el interés que tienen los usuarios.

Para qué sirve un MVP

Elaborar un prototipo de tu producto o servicio te beneficiará y te evitará muchos quebraderos de cabeza. Presta atención en los beneficios que te aportará trabajar en MVP antes de lanzar tu producto/servicio final al mercado.

Probarás tu idea de negocio sin necesidad de gastar mucho dinero y esfuerzo

Recopilarás información sobre la aceptación del producto en el mercado. Tendrás feedback positivo y negativos, analizándolos bien te permitirá mejorar el diseño y las funciones de tu producto o servicio

Construye tu MVP

  • Identifica la necesidad en el mercado. Debes conocer si tu producto o servicio satisface una necesidad existente en el mercado. Tienes que ponerte en el lugar del cliente y responder la siguiente pregunta: “¿En qué me beneficia este producto o servicio?”. También tendrás que conocer cómo actúan y trabajan las demás empresas que ofertan el mismo servicio/producto que tú.
  • Teniendo este análisis y estudio bien hecho, tienes que ponerte mano a la obra con tu propuesta de valor. La propuesta de valor es la promesa que un cliente espera recibir por parte de la empresa y debe dar respuesta a ¿qué haces?, ¿para quién?, ¿cómo lo vas a hacer?, y ¿para qué?
    Recuerda debes elaborar tu propuesta de valor bajo los siguientes criterios:

Describe un negocio. Salvo que tu marca sea globalmente conocida, lo más habitual es que tengas que explicar continuamente a qué se dedica tu empresa y de eso precisamente se ocupa una propuesta de valor.

Es clara y concisa. Bien definida y redactada, una propuesta de valor puede llegar a comunicar todo lo anterior incluso en una sola línea.

  • Define tu cliente ideal. Ves más allá de las necesidades que cubre tu p/s, conoce los gustos, intereses, hábitos de tu consumidor… Esto te ayudará a mejorar tu producto y tu propuesta de valor. Tu propuesta de valor y la marca deben ir alineados y tienen que tener coherencia entre ellas.

Te permite dirigirte directamente a tu público objetivo. Ante el enorme volumen de información digital disponible, es esencial poder dirigir a tus clientes ideales hacia tu marca.

Comunica una promesa. Tu marca puede que ofrezca un producto extraordinario de enorme valor o un servicio como ningún otro, pero aun así necesitas poder conectar con el cliente haciéndole saber cómo vas a solucionarle su problema.

  • Elabora el producto mínimo viable. Con la información recopilada en el paso 1 y 2 podrás determinar las características primordiales de tu idea de negocio. Tienes que construir tu prototipo y lanzarlo al mercado y obtener datos sobre él.
  • Mide y aprende. Una vez que tu producto o servicio está en el mercado, te toca analizar el proyecto para guiarlo al logro de los objetivos. Analizarás los resultados obtenidos, esto te permitirá conocer si vas por el buen camino o si debes cambiar el rumbo. Un cambio a tiempo puede evitarte muchos dolores de cabeza.

Gracias al producto mínimo viable, la incertidumbre y los riesgos de emprender se reducen. Conoce el mercado, crea tu prototipo y específica si tu idea es viable en el mercado.
Recaba la mayor cantidad de información posible de tus clientes, y lánzate al emprendimiento. Si necesitas asesoramiento o que alguien con experiencia te acompañe en el proceso, contacta con nosotros, estaremos encantados de darle forma a tu idea de negocio.

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