Rotación de personal, malas contrataciones, fraude del empleado hacia la empresa . . . la lista sigue. Es mucho lo que puede salir mal cuando contratas a la persona equivocada. El colaborador equivocado puede ser inepto, litigioso, y desobediente, y puede dañar a toda tu organización. Si quieres contratar al mejor empleado posible, debes seguir un proceso sistemático que te permita conseguir tu objetivo.
Contratar al profesional idóneo es una inversión muy importante, y puede significar el éxito de la compañía y del negocio. Por el contrario, reclutar al trabajador equivocado puede convertirse en un error muy costoso para tu proyecto.