Branding: qué es y qué importancia tiene

Branding ¿Qué es y qué importancia tiene?

En primer lugar, debemos aclarar un concepto que se utiliza de manera errónea a la hora de fijar una estrategia de branding: tu marca, no es únicamente el producto, el nombre, el logo o la página web. Va mucho más allá; es algo que no se puede medir. Y como todo lo intangible, es difícil de definir. Pero es esto lo que consigue distinguir a una marca cualquiera, de una con renombre. Más allá de su precio o características, piensa por qué te mantienes fiel a un producto. La identidad de marca engloba todo lo anterior.

Una vez tenemos claro qué es una marca, es el momento de definir el branding. Y lo podemos hacer de la siguiente manera: Son un conjunto de acciones que se llevan a cabo en la misma línea del posicionamiento, propósito y valores que tiene una marca. Tienen como objetivo despertar en el cliente sensaciones y crear futuras conexiones, ya sean conscientes o inconscientes, las cuales serán cruciales para que los clientes elijan una u otra marca en el momento de la compra.

La importancia de una estrategia de branding

Definido el concepto, ahora te daremos las 5 razones principales por las cuales deberías contar con una estrategia de branding:

  1. Crea vínculos emocionales: lo tangible de un producto (las características) será lo que atraiga en un primer momento a un cliente y si responde a sus necesidades, quizá lo mantenga durante un tiempo, pero solo si contamos con una identidad de marca fuerte, conseguiremos crear vínculos que propicien una fidelidad a largo plazo.
  2. Promueve la asociación de ideas: si se cuenta con una identidad de marca afianzada, puede darse que la gente acabe asociando nuestro nombre (marca) al producto. Por ejemplo: La gente pide en el supermercado danones en lugar de yogures.
  3. Hace la diferencia: la competencia no va a desaparecer, eso lo sabemos, pero si contamos (y proyectamos) con una marca sólida, nos ganaremos la confianza de las personas, para que con nuestro producto, resuelvan sus necesidades. De esta forma, no solo ofreces un producto, sino una experiencia.
  4. Enfoca los objetivos: innovar el producto siempre es necesario, pero también es importante como empresa seguir el mismo camino. Al conocer qué es tu marca,  qué se ofrece y cómo, lograrás crear metas más acordes y tomarás decisiones más adecuadas.
  5. Sustenta la estrategia de marketing: por último, pero no por ello menos importante, recordarte que el marketing surge de la marca y al público al que nos dirigimos, por lo que es algo que debes tener en cuenta desde el principio.

Cómo diseñar tu imagen de marca

Para diseñar tu imagen de marca, dividiremos el proceso en 3 niveles diferentes.

Primer nivel: el encuentro entre la audiencia y la promesa de marca. Este debe ser nuestro primer objetivo: alinear nuestra promesa con aquello que esperan de nosotros (audiencia).

  1. La Audiencia: La componen no solo nuestros clientes, sino también todas las personas que de una manera u otra son susceptibles de entrar en contacto con nuestra marca. De esta manera, se hace necesario conocer muy bien todas aquellas necesidades que pueda llegar a tener nuestra audiencia (sus gustos, preocupaciones o valores), que nos ayudarán a poder construir nuestro mensaje. Para conocer todo esto, las redes sociales se convierten en una herramienta esencial.
  2. Promesa de marca: lo que dice ser. Es el compromiso que adquiere una marca con sus diferentes audiencias, lo que se está dispuesto a ofrecer y lo que la audiencia espera obtener. Como ya sucede con la propuesta de valor, debe ser única y estar claramente diferenciada con la competencia. Ni que decir que esta promesa debe ser coherente y no prometamos nada que no podamos cumplir.

Segundo nivel: en este nivel analizaremos cuál es nuestro posicionamiento, nuestros valores, decidiremos qué aplicaciones vamos a necesitar y cuales serán nuestros canales de comunicación para llegar a nuestra audiencia.

  1. Posicionamiento de marca: Conocemos el posicionamiento de marca como aquello que define su personalidad y su actitud. Tal vez tú quieras posicionarte como líder de un sector o prefieres tener un perfil bajo. Otras empresas tal vez quieran tener una actitud rebelde. Existen muchas formas de posicionarse, tantas como diferente sea nuestra audiencia.
  2. Valores: cada vez más, las personas son más fieles a una marca si ésta comparte sus mismos valores. Por ello es muy importante tener los valores muy bien definidos y que la gente los conozca. Pero hay que ser honestos, si los valores que vamos comunicamos son los de la sostenibilidad, debemos no solo comunicarlo, sino que toda la cadena de producción y distribución debe serlo, porque sino tendremos un problema de confianza y credibilidad.
  3. Canales: los canales son los medios a través de los cuales nuestra marca se comunicará con su audiencia. Desde canales personales como el networking; otros masivos como la TV o radio o canales digitales como son las redes sociales, a la hora de decidir a través de cual nos vamos a comunicar, un aspecto esencial es saber en cuál de ellos está nuestra audiencia. Además, tener en cuenta otro aspecto como la bidireccionalidad. Esto es, marca y audiencia cada vez más interactúan entre ellos, y ya no solo es una comunicación unidireccional.
  4. Aplicaciones: con aplicaciones nos referimos a los diferentes soportes en los cuales será necesario que aparezca nuestra imagen. Por ejemplo, si nuestro canal es el personal, no deberíamos de prescindir de unas tarjetas visita o si utilizamos las redes sociales, que en todas se utilice de forma correcta la imagen y colores de marca.

Tercer nivel: una vez tenemos claro qué queremos comunicar, a quién (audiencia) y cómo hacerlo, es el momento de diseñar nuestra imagen de marca.

  1. Dimensión conceptual: deberemos pensar qué símbolos pueden ayudar a representar fielmente nuestra promesa, nuestro posicionamiento y valores. No se trata de que con un único símbolo contemos todo, sino de establecer ciertas prioridades. Tampoco es necesario ser demasiado explícitos, es suficiente con que nuestra imagen nos sirva de punto de partida para iniciar nuestro relato. Y no podemos olvidar la audiencia. De poco sirve una imagen que solo somos capaces de nosotros.
  2. Dimensión técnica: a la hora de diseñar una marca que aplicaremos en diversos soportes, las reglas deben ser muy claras y sencillas, ya que nos ahorrarán tiempo y dinero. Cuando vayamos a abordar esta dimensión, deberemos hacernos preguntas como: es necesario el uso de colores corporativos para ser reconocibles o si por el contrario se puede prescindir de él para tener un diseño más adaptado y flexible. O si nuestro canal es digital, deberemos utilizar una imagen que se adapte con facilidad a las redes sociales.
  3. Dimensión estética: y por último, tenemos la cuestión estética. ¿Qué elementos utilizaremos para transmitir nuestra identidad de marca de manera correcta? Debemos buscar elementos gráficos (tipografía, color, estilo) que estén perfectamente alineados con nuestros valores y que se adapten a cualquier medio. Este es un trabajo que se deberá realizar conjuntamente entre el diseñador y alguien de la empresa, para así poder encontrar un equilibrio entre las tres dimensiones.

Ahora que ya sabes cuáles son los pasos a seguir para elaborar un estrategia de branding correcta y efectiva, ¿tú naming refleja fielmente tus valores de marca? ¿el logo y tus colores corporativos, se alinean con el mensaje que deseas transmitir? Si no es así, y te gustaría que te ayudásemos con tu rebranding, reserva una reunión con nosotros y juntos mejoraremos la estrategia de branding de tu empresa.

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